El Ministerio de Defensa Nacional decidió cerrar el espacio aéreo uruguayo a los aviones Boeing 737 MAX, debido a los presuntos problemas de fabricación que habrían hecho que dos de estos modelos se accidentaran en los últimos seis meses, con pérdidas humanas totales en ambos casos. “Con la mala suerte que tiene este país con todo lo que se relaciona de alguna u otra manera con el negocio aeronáutico, seguro que uno esos aviones se nos caía encima un par de segundos después de entrar en nuestro espacio aéreo”, declaró una fuente de la cartera. De todas maneras, la resolución no tiene efectos concretos, ya que prácticamente todas las aerolíneas del mundo suspendieron el uso del Boeing 737 MAX. Ayer se supo que incluso los terroristas suicidas también decidieron no secuestrar estos aviones para estrellarlos en edificios o bases militares. Un terrorista checheno explicó que “planear una misión suicida es algo que lleva mucho tiempo, y no podemos arriesgarnos a que el avión se venga abajo antes de completar su misión”. Un integrante de la cúpula de Al-Qaeda declaró por su parte que “este avión tiene problemas para mantener la nariz alineada, y nosotros necesitamos ser muy precisos. Imagínese lo que hubiera pasado si el 11 de setiembre uno de los aviones se desviaba y en lugar de estrellarse contra el World Trade Center terminaba impactando en una casita de dos pisos. Nos hubiéramos convertido en el hazmerreír del mundo entero”.