Bibi Andersson, la actriz sueca que fue una de las musas de Ingmar Bergman, falleció ayer, a los 83 años, en el hospital en el que permanecía desde 2009, tras haber sufrido un derrame cerebral.

Berit Elisabet Andersson había debutado en el mundo audiovisual a los 15 años, en un anuncio dirigido por Bergman. Más adelante filmaría con él películas inolvidables, como El séptimo sello (1957), Fresas salvajes (1957) y Persona (1966), en la que tuvo un protagónico por el que obtuvo un Escarabajo de Oro, entregado por el Instituto Sueco del Cine.

Fue también una exitosa actriz fuera de Suecia, y trabajó bajo la dirección de John Huston y Robert Altman, entre otros.