Ayer se divulgó que la inflación en Argentina durante los últimos 12 meses fue de 55%, un registro que tanto dentro como fuera de fronteras fue catalogado como “alarmante”. “El control de la inflación se nos está complicando más de lo que creíamos”, reconoció el presidente de ese país, Mauricio Macri, aunque indicó que ya tiene preparado un paquete de medidas para revertir la situación: “Entre otras, apariciones mías bailando en el balcón de la Casa Rosada, mejorar mi sonrisa ganadora y ensayar más mi tono compungido”, enumeró. Una de las cosas que más preocupan a los analistas económicos es que la causa de la inflación no es tan clara como en otras ocasiones. De todas maneras, se manejan algunas hipótesis. “Sospechamos que la autoestima de los argentinos está haciendo que los precios suban. Aún no sabemos por qué, pero parecería que el ego de la población tiene un efecto contagio en el costo de vida”, explicó un economista del Banco Mundial. Un analista de la consultora Fitch que adhiere a esta teoría consideró que “los malos resultados cosechados por la selección de fútbol podrían estar en la génesis de este problema. Aparentemente, ahora que los ciudadanos no pueden canalizar su descomunal ego en el fútbol, lo trasladan a la inflación”. El analista dijo ser “pesimista” con respecto al futuro, ya que “hasta que los argentinos no tengan la leche, el pan y la harina más caros del mundo no van a parar”.