El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, lanzó una ofensiva contra las humanidades y las ciencias sociales en la universidad. Para el mandatario, la educación terciaria debería concentrarse en las profesiones que tengan un “retorno inmediato para los contribuyentes”, como veterinaria, ingeniería o medicina. Bolsonaro aclaró de todos modos que piensa “fomentar” algunos oficios relacionados con las humanidades, como por ejemplo “el curso de construcción de hogueras, para ejecutar a los intelectuales comunistas que niegan la existencia de Dios”. También la semana pasada Bolsonaro apareció en las portadas de los medios de comunicación nacionales e internacionales por sus declaraciones sobre el turismo gay. “No podemos dejar que Brasil sea un paraíso para el turismo gay. Si querés tener sexo con una mujer, adelante”, declaró en una conferencia de prensa. El mandatario adelantó que enviará un proyecto de ley al Parlamento para regular el turismo que incluirá no sólo el combate al turismo gay, sino también “a la costumbre de algunos extranjeros de venir a Brasil a filosofar o elaborar teorías sobre la sociedad”. “No tiene sentido que por un lado estemos tratando de purificar al país del marxismo académico y que por otro lado dejemos que los extranjeros vengan aquí a contaminarnos”. El proyecto del mandatario incluye la instalación de un sistema de reconocimiento facial en las aduanas que permite determinar si los visitantes están pensando demasiado.