Ayer se conocieron dos datos preocupantes sobre la economía argentina: el dólar llegó a 47,30 pesos, y el riesgo país, que mide la probabilidad de que el país no pueda cumplir con sus obligaciones ante los acreedores, superó los 1.000 puntos. El presidente Mauricio Macri pidió a la población que “mantenga la calma”, y recordó: “Como empresario tengo mucha experiencia en manejos financieros. Si no hay plata para pagar las deudas, lo peor que puede pasar es que haya que declararse en quiebra y armar un país completamente igual al que tenemos ahora, pero con un nombre diferente. En el mundo empresarial eso no falla, acá tampoco tendría por qué fallar”.

De todos modos, el mandatario aclaró que antes de llegar a ese extremo tiene planeadas algunas medidas intermedias. “Luego de un análisis exhaustivo que hicimos con una consultora experta en recursos humanos, llegamos a la conclusión de que Argentina tiene 13 millones de pobres excedentarios. Si bien como empresario nunca me gustó despedir gente, la verdad es que si no despedimos a estos 13 millones de pobres va a ser imposible volver a la sociedad más eficiente y competitiva”.

Macri también planea echar mano de su experiencia como presidente de Boca Juniors para diseñar medidas anticrisis. “Si llega a haber un default y los acreedores nos llevan a un juzgado en Nueva York, les vamos a mandar a los muchachos de la 12 para que les metan presión a los jueces. Seguro que arrugan”, aventuró.