El gobierno de Estados Unidos aseguró que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había decidido abandonar el país a raíz del alzamiento militar convocado el martes por el autoproclamado presidente interino Nicolás Guaidó, pero desde Rusia lo convencieron de que no lo hiciera. Si bien Moscú negó que esto haya sido así, Washington reiteró su versión de los hechos. “Si lograron poner un presidente nada más ni nada menos que en nuestro país, ¿cómo no van a ser capaces de mantener un presidente venezolano en el poder?”, declaró un funcionario de la Casa Blanca.

Según varios medios estadounidenses, el fracaso del alzamiento generó un distanciamiento entre Guaidó y Estados Unidos. Una nota del periódico The New York Times informó que el Departamento de Estado estaba considerando la posibilidad de despedir a Guaidó. “Los analistas de política latinoamericana de la CIA están cada vez más convencidos de que Guaidó es un inútil que no sirve ni siquiera para armar un buen golpe de Estado en un país latinoamericano”. Un alto funcionario de la Casa Blanca, citado por la publicación, dijo: “No sé cuánto le estamos pagando exactamente a Guaidó, pero evidentemente es más que lo que se merece. Porque lo único que tenía que hacer era derrocar un gobierno agonizante, pero apenas si logró incomodarlo. Creo que deberíamos revisar nuestros programas de enseñanza para líderes extranjeros afines a nuestro gobierno, porque esta persona claramente no debía haber egresado jamás”.