La instalación de unos bancos de hierro negro en las intermediaciones de la Plaza Zabala generó una polémica entre la Intendencia de Montevideo (IM) y varios vecinos de la zona, especialistas en urbanismo y hasta la Comisión de Patrimonio. Las estructuras fueron cuestionadas por ser “antiestéticas”, por no respetar la identidad del lugar, y por quitar espacio que hasta ahora se dedicaban al estacionamiento. Una fuente de la comuna explicó que, al tratarse de estructuras móviles, existe la posibilidad de trasladarlos. “Podemos llevar esos adefesios a alguna de las plazas ubicadas sobre la avenida 18 de Julio. Esas ya están arruinadas por todos los boliches y quioscos que se instalaron, así que no deberían generar quejas de ningún tipo”.

De todas maneras, las autoridades municipales exhortaron a los vecinos a “tomar recaudos” mientras se decide qué hacer con los bancos. “Es recomendable no mirarlos fijamente ni durante mucho tiempo. Sabemos que no mirarlos para nada es imposible, porque esos mamotretos llaman la atención de cualquiera, pero mirarlos por el rabillo del ojo reduce los riesgos de sufrir un shock de mal gusto”, declaró un funcionario de la IM. “Aún no sabemos cuánto daño puede hacer la contemplación de estas estructuras, así que por ahora recomendamos prudencia. Es algo similar a lo que pasa con los transgénicos: se sabe que son malos, pero no cuánto, así que es mejor no consumirlos en exceso, por si las moscas”, agregó.