“Es un tema opinable y subjetivo”, dijo el ex intendente y precandidato presidencial del Frente Amplio, Daniel Martínez, al ser consultado este miércoles por la polémica que se generó en torno a la reformulación de la Plaza Zabala, que implica la instalación de unos bancos en la rotonda que la rodea donde, a su vez, el espacio para la circulación de vehículos fue reducido a una calzada, eliminando aquella en la que solía haber autos estacionados. “Aparentemente no gustan” los bancos, dijo Martínez, pero consideró que eso “siempre pasó” y que finalmente “la gente se acostumbra” a las transformaciones en el espacio público.

Desde la Intendencia de Montevideo, la directora de Desarrollo Urbano, Silvana Pisano, respondió a las críticas en declaraciones a Montevideo Portal. La jerarca aseguró que este proyecto se dialogó con los habitantes de la zona: “hicimos varias reuniones con vecinas y vecinos, e inclusive con los concejales y con el Municipio”, dijo. A su vez, indicó que la obra está en un proceso de evaluación y revisión porque se trata de una “intervención blanda” que puede modificarse para adaptarse a la usabilidad de los vecinos. Aún así, aclaró que en todo caso el mobiliario “no se perdería, porque es móvil”.

La instalación de los bancos generó varias reacciones negativas en redes sociales tanto de vecinos como de arquitectos y diseñadores, a quienes el cambio no les gustó o les pareció inadecuado. A través de Facebook, Chichila Irazábal, que cuenta que vive hace 21 años frente a la plaza, aseguró que hubo dos reuniones con la Intendencia en la que las personas que viven en el lugar se pronunciaron en contra de la reformulación y de “generar otro espacio público donde ya hay uno”, algo que considera “absurdo y redundante”. “La arrogancia y prepotencia de las autoridades es brutal, por no hablar de la falta de sensibilidad y buen gusto en poner esos mamotretos de bancos que ocupan un tremendo lugar visual y no dialogan para nada bien con la belleza y delicadeza de diseño de la plaza”, sostiene en su publicación en la red social

En una carta dirigida a la Intendencia de Montevideo a la que accedió El Observador, un número indeterminado de vecinos indica que el nuevo mobiliario “no genera ningún diálogo con la plaza ni con los edificios que la enmarcan”, sino que encima “estropea su imagen y entorpece su funcionamiento”. La comuna capitalina reconoció que recibió una carta enviada por dos vecinas molestas por la instalación de los bancos.