Las relaciones entre Estados Unidos e Irán se encuentran en un momento álgido luego de que el presidente Donald Trump decidiera abandonar el pacto nuclear entre las potencias occidentales y el país asiático. Pero la situación se tensó aun más ayer luego de que dos buques petroleros fueran atacados en el golfo de Omán, una acción que Washington atribuye a Teherán. “Estamos convencidos de que fueron los iraníes, sobre todo porque los otros países que podrían haberlo hecho, como Israel o Arabia Saudita, no participaron. Y eso lo sabemos a ciencia cierta porque no se lo ordenamos”, declaró un vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

La comunidad internacional reaccionó ante los ataques, aunque sin mencionar a Irán. Un vocero de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte pidió “frenar una posible y peligrosa escalada de violencia” y “bombardear a los seres humanos, no petróleo”. “Sabemos que es una zona conflictiva, y sería muy ingenuo pretender que no haya más enfrentamientos. Pero creemos que, por el bien de la estabilidad mundial, los bombardeos se deberían concentrar en poblaciones civiles, lo que sería una forma de evitar las turbulencias económicas”.

Una fuente de la diplomacia europea reconoció mientras tanto que en Bruselas existe una visión similar de la situación. “Los hombres y mujeres son un recurso renovable, pero los combustibles fósiles no. De hecho, hay cada vez más seres humanos en la tierra, y cada vez menos petróleo. O sea que es más importante cuidar a este último”.