El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, dijo este miércoles en el Senado que existe un “grupo criminal” que pretende “atacar” a “las instituciones” y a la “lucha contra la corrupción” que él encarnó cuando fue juez.

El ministro respondió de esta manera a los mensajes publicados por el portal The Intercept que revelaron las conversaciones que Moro tuvo como juez a cargo de la operación anticorrupción Lava Jato con los fiscales del caso, que ponen en tela de juicio el proceso que llevó a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Hoy, The Intercept publicó que los fiscales del caso fingieron investigar al expresidente Fernando Henrique Cardoso, algo que no contó con la simpatía de Moro.

Los mensajes publicados por la investigación del medio The Intercept fueron obtenidos con un “hacker” anónimo, según este medio, pero Moro hoy, al comparecer ante la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, dijo que se sospecha de que se trata de un “grupo organizado” que pudiera pretender “minar los esfuerzos anticorrupción” de la “sociedad brasileña”, según recoge la agencia Efe.

Moro volvió a negar que hubiera acordado acciones en el marco de la operación Lava Jato con los fiscales del Ministerio Público, aunque admitió que conversaba con ellos sobre la marcha de los procesos, así como con los abogados de los “centenares” de los acusados. “Eso es normal en la tradición jurídica de Brasil y de otros países”, sostuvo.

El ministro aprovechó la oportunidad para presentar “algunos datos” sobre la operación Lava Jato: “Más de 90 denuncias. 45 sentencias. 291 acusados. 211 condenas. 298 pedidos de prisiones cautelares y 207 fueron aceptadas”, y “en todos los casos con pruebas muy sólidas”, en las que hasta aparecían “millonarias cuentas” bancarias en el exterior, declaró. También sostuvo que la operación resultó en decenas de acuerdos de colaboración judicial con los acusados y permitió hasta ahora recuperar para el Estado cerca de 600 millones de dólares desviados por la corrupción.

Sobre los mensajes publicados por The Intercept, Moro insistió en que desconoce su “autenticidad”, porque pudieron ser “editados total o parcialmente”. “Se intenta crear una situación de escándalo que en el fondo es inexistente”, aseguró.