El octogenario Francis Ford Coppola, una de las estrellas del cine estadounidense de la década de 1970, está de gira por varios festivales para presentar Apocalypse Now. Final cut, a la que define como la mejor edición del material filmado durante ocho meses en las islas Filipinas en 1978. Esto confirma que este clásico fundamental sigue rehaciéndose 40 años después: basado en una novela corta de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas (1902), ambientada en África a fines del siglo XIX, Coppola decidió trasladar la acción a la guerra de Vietnam, con una referencia muy cercana (la fiesta obscena de asfixia y lucha por la supervivencia de Aguirre, la ira de Dios –Werner Herzog, 1972–). Como se sabe, durante la guerra el magnámimo coronel Kurtz –uno de los papeles más recordados de Marlon Brando– enloqueció y se propuso dirigir su propia tropa, como un semidiós, en la neutral Camboya.

“Nadie había mostrado interés en financiar Apocalypse Now y ninguno de los actores que había descubierto y con los que había trabajado en películas anteriores quisieron actuar en ella hasta que Marlon Brando finalmente accedió a hacerlo por un millón de dólares a la semana y 11,5% de los ingresos brutos. Recuerdo que fui en coche a Malibú y tuve varias conversaciones interesantes con Steve McQueen, pero al final me respondió con tristeza que no podía dejar por tanto tiempo a su familia y renunció”, contó el director en El cine en vivo y sus técnicas (2018), libro en el que recopiló varias escenas memorables de este recorrido febril, al que debió financiar aceptando algunos encargos y destinándole las ganancias de las dos primeras entregas de El padrino.

Después de varios libros, documentales e incontables anécdotas, en 2002 Coppola presentó la que sería una versión definitiva, de 50 minutos más que la original, en la que recuperaba escenas que no se incluyeron en su momento, revisaba el montaje y el sonido, y restauraba el color. Ahora, cuando se cumplen 40 años del estreno, pensó que la primera había sido demasiado corta y la segunda, muy extensa, así que necesitaba una obra “justa”, que incluyera algunas escenas “perturbadoras que había sacado en la versión de 1979” y algo “de la presencia francesa en Vietnam”. Así, “al tener un registro de todos los cortes antiguos en Betamax, pude ver qué pasos se habían dado hacia la versión final. Eso llevó a lo que se llamó Apocalypse Redux, que tenía todo lo que había sido recortado, restaurado. Más tarde, una vez más, cuando me preguntaron qué versión personalmente quería que me mostraran, sentí que el 1979 original se había acortado bruscamente, y Redux era demasiado largo, entonces decidí cuál era la versión perfecta”.

Ahora, invitado por el festival que organiza la cineteca de Bolonia, el director de El padrino volvió sobre la angustia de filmar Apocalipse Now. “Fue el primer proyecto de una película sobre la guerra de Vietnam, pero tardamos tanto, filmamos tanto, que mientras tanto salieron otras películas sobre Vietnam. Me embarqué en un viaje surrealista y extraño que terminó siendo mucho más surrealista y extraño que cuanto imaginé”, admitió en el encuentro (difundido por el diario Clarín). Así, para el director, este film en el que convivieron Brando, Martin Sheen, Robert Duvall, Dennis Hopper y Harrison Ford era más una película de sensibilidad de la “costa oeste”, “más acerca del windsurf, drogas, cabelleras rubias y chicos escuchando rock n’roll”, pero todo se fue volviendo surrealista: “Se publicaban artículos que señalaban que la película nunca se iba a estrenar, que era una pesadilla. Me sentía tan frustrado por la presión de esos artículos que decidí llevarla a Cannes en 1979 y mostrarla incompleta. La llamamos ‘Work in Progress’ que, por otra parte, era la verdad. Así logramos detener el chusmerío y las especulaciones. Para mi sorpresa, ganamos la Palma de Oro”, reconoció.