(Hoy es 30 de julio. Faltan 89 días para las elecciones nacionales)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

Una de las claves de la acumulación electoral es encontrar un punto de equilibrio entre la diversidad y la coherencia. Ese punto no es el mismo para todas las fuerzas políticas, y puede cambiar con el paso de los años, o según la coyuntura. Las noticias de estos días nos presentan distintos ejemplos en la materia.

Equipos dio a conocer ayer su primera encuesta sobre intención de voto posterior a las internas, y en ella se pueden apreciar dos datos significativos.

Por un lado, si se compara este sondeo con el realizado por la misma empresa tres meses antes de las elecciones de 2014, la suma de las preferencias por los partidos Nacional (PN) y Colorado (PC) es casi la misma (40% de los consultados antes, 41% ahora). Los cambios más notorios son que el Frente Amplio (FA) tiene ahora 12 puntos porcentuales menos (30% en vez de 42%), mientras que el resto de los partidos ha crecido siete puntos (de 2% a 9%), sobre todo debido a las preferencias por Cabildo Abierto (CA), que postula a Guido Manini Ríos y registra actualmente, según Equipos, 6%. Por otra parte, aumentaron un par de puntos tanto los indecisos (de 14% en 2014 a 16% ahora) como quienes piensan votar en blanco (de 2% a 4%). Obviamente, esto no implica una migración del FA a CA; parece más probable que una cantidad importante de votantes haya migrado desde el oficialismo hacia otros partidos opositores, pero que a su vez se haya producido un tránsito desde estos a CA.

El segundo dato es que, después de que las internas definieron las candidaturas a la presidencia, el PN cayó siete puntos porcentuales; mientras que crecieron el PC y CA (tres puntos cada uno) y el FA (un punto porcentual).

En este marco, se comprende mejor que Daniel Martínez, José Mujica y Danilo Astori hayan decidido dar el paso simbólico de definir como una dictadura al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Ahora afrontan manifestaciones internas de descontento, por diferentes motivos, pero parece claro que primó en ellos la convicción de que, desde el punto de vista electoral, el saldo sería beneficioso para el FA, porque ese descontento no se volcaría hacia el PN, el PC o CA.

En el PC, Pedro Bordaberry consultó a Ernesto Talvi y Julio María Sanguinetti sobre la posibilidad de desdecirse y ser nuevamente candidato al Senado. Fue Bordaberry quien habló de esas entrevistas, y quizá no sabemos todo lo que le dijeron, pero los motivos básicos de que tanto Talvi como Sanguinetti desalentaran al senador parecen haber sido dos. Por un lado, la percepción de que su candidatura podría ser una de esas “sumas que restan”, al revertir la percepción de que el coloradismo ha cambiado. Por otro, una especie de sanción: Bordaberry dejó sin conducción al coloradismo, no contribuyó al crecimiento de su votación en las internas con respecto a 2014, no le tienen confianza para atraer votantes al partido en octubre (más bien les preocupa que intente redistribuir lo que hay), y en definitiva predominó el criterio de que “el que se fue a Sevilla, perdió su silla”.

Hasta mañana.