La Federación Uruguaya de Básquetbol (FUBB) presentó ayer una denuncia penal por un “presunto pacto antideportivo” que involucra al jugador de Peñarol Agustín Zuvich, quien le ofreció dinero a su colega de Unión Atlética Corbin Jackson para favorecer una derrota de su equipo. El mirasol estaría involucrado en una red de apuestas clandestinas. Un dirigente de Peñarol aseguró que se trata de “un caso completamente aislado”, ya que “la principal apuesta de los partidos de básquetbol en Uruguay es si se van a jugar o si se van a suspender por la humedad, y en eso los jugadores no tienen nada que ver”.

El episodio causó preocupación en la FUBB, ya que “da una muy mala imagen del básquetbol uruguayo a la sociedad”. “No puede ser que un jugador le ofrezca dinero a otro para ir para atrás mediante un mensaje de Whatsapp, que alguien lo reenvía y en dos minutos le llegó a todo el mundo. Es una muestra de amateurismo extremadamente preocupante”, declaró un dirigente. La cúpula de la FUBB está estudiando la posibilidad de incentivar la contratación de jugadores extranjeros con experiencia en arreglo de partidos para “elevar el nivel” de este tipo de irregularidades. “No es que acá no haya talentos. Pero es imposible comparar a un jugador corrupto de Uruguay con uno que haya arreglado partidos en Estados Unidos. La idea es que haya lugar para los locales, pero también para jugadores formados en el Bronx o en Harlem”, declaró el dirigente consultado.