La firma del contrato entre el gobierno uruguayo y UPM para la construcción de una planta de celulosa en Pueblo Centenario (Durazno), el martes de la semana pasada, fue considerado un hecho “histórico” por el gobierno uruguayo. “Estamos muy contentos, sobre todo porque no nos pidieron que cambiáramos el nombre del país o la bandera. Porque, acá entre nosotros, si nos pedían eso lo íbamos a hacer”, confesó un jerarca del Poder Ejecutivo.

El anuncio no sólo generó repercusiones en el sistema político. Según relataron varios operadores turísticos, entre miércoles y viernes de la semana pasada se registró un notable incremento en las reservas de hoteles para el 23 de julio de 2020. “En la industria del turismo damos prácticamente como un hecho que esa fecha, por cumplirse un aniversario de la firma del contrato con UPM, va a ser declarada Día de la Celulosa, y se va a transformar en un nuevo feriado no laborable”, declaró el propietario de una agencia de viajes.

Pero en el ambiente turístico no todo el mundo es optimista por el impulso a la actividad que generará el nuevo feriado. “Si fuera un feriado de esos que se cambian para el lunes o el viernes nos vendría bien, pero como va a ser de los que no se mueven, porque es muy importante, más que el Día de los Trabajadores y el de la Jura de la Constitución, casi no va a generar fines de semana largos”, se lamentó un integrante de la Cámara Uruguaya de Turismo.