“Ni una muerte más, ni una mujer menos” fue una de las consignas que cantaron representantes de organizaciones sociales y mujeres autónomas que se concentraron este lunes en la explanada del teatro Solís, frente a la Torre Ejecutiva, para exigir al gobierno que la violencia de género sea declarada “emergencia nacional”. La convocatoria fue impulsada por la Intersocial Feminista la semana pasada, en reacción a los últimos casos de femicidios –desde que empezó el mes se registraron con pocas horas de diferencia–, un intento de femicidio y una serie de denuncias de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes.
Para la articulación feminista, que reúne a 27 colectivos, declarar la “emergencia nacional” es sobre todo garantizar la asignación de tobilleras electrónicas para dar respuesta a todos los casos de violencia de género y aumentar el presupuesto para una buena implementación de la Ley de Violencia hacia las Mujeres Basada en Género, aprobada a fines de 2017. La Intersocial Feminista reclama además la intervención de los equipos de salud para los “agresores de alto riesgo”, según puntualizaron en una carta dirigida al presidente Tabaré Vázquez, y el establecimiento de un “centro de referencia y articulación de respuesta para situaciones de riesgo de vida de mujeres, niñas, niños y adolescentes”. Antes de finalizar la movilización en las puertas del Solís, tres representantes del grupo convocante ingresaron a la Torre Ejecutiva para entregar personalmente el documento.
La “emergencia nacional” debe promover también “un monitoreo constante” una vez que las mujeres hacen las denuncias por violencia género, ya que han trascendido casos en los que “compañeras han sido asesinadas o violentadas por sus ex parejas cuando ya había denuncias contra el agresor y órdenes de restricción”, dijo a la diaria Tamara García, una de las voceras de la Intersocial Feminista.
“Necesitamos un compromiso real del Estado con esta problemática. La gente habla del miedo, que hoy en día es tan común, y qué miedo tenemos nosotras todo el tiempo en nuestras propias casas”, aseguró García. “Entendemos que realmente es una emergencia, que tenemos que ponernos a laburar fuerte y generar políticas para que esto no quede en una indignación del momento”, agregó, al tiempo que destacó la importancia de “estar en las calles”: “Nosotras no marchamos sólo el 8 de marzo, estamos siempre en las calles peleando. No aguantamos más, y queremos soluciones ya”.
En la carta dirigida a Vázquez, la Intersocial Feminista solicita al presidente que se pronuncie acerca de la situación y convoque a una “articulación institucional” que esté dispuesta “a dar respuesta a la situación de emergencia” a la que se enfrentan mujeres, niñas, niños y adolescentes. García agregó que también es importante que los candidatos presidenciales “empiecen a asumir” el compromiso que firmaron antes de las elecciones internas contra la violencia de género.