El futuro ministro de Defensa Nacional, Javier García, había anunciado el mes pasado que el gobierno va a incluir en la ley de urgente consideración que enviará el Poder Ejecutivo al Parlamento la norma que permite el derribo de aviones que transporten drogas. Desde las Fuerzas Armadas, sin embargo, anunciaron que esta medida sería “impracticable”. “Todo el combustible destinado a nuestros aviones fue robado y vendido a bandas de narcotraficantes. Y como sabemos que es muy difícil evitar este tipo de maniobras, lo más probable es que directamente dejemos de comprar combustible y con los aviones que tenemos hagamos un museo de la aeronáutica. De hecho, es más lógico que estén en un museo que en el aire”, explicó un alto oficial de la Fuerza Aérea.

Pero a pesar de la posición de los militares, el gobierno no renuncia a la ley de derribo, por lo que se buscará alguna otra alternativa, como misiles tierra-aire. “Lo bueno de este tipo de armamento es que en principio no se nos ocurre por qué motivo lo querrían los narcos, porque nuestros aviones estarían en tierra, así que suponemos que no se los van a robar”, explicó García.

Fuentes de la inteligencia militar indicaron que también se está manejando la posibilidad de permitir que militares corruptos les sigan vendiendo combustible a los narcos, pero además les vendan aviones. “La idea es que en lugar de derribarlos, se caigan solos”, afirmó.