La decisión de Daniel Martínez de presentarse como candidato a la Intendencia de Montevideo en las próximas elecciones municipales agravó aun más la crisis del Partido Socialista (PS). En la interna socialista reconocen que la situación es “extremadamente delicada” y que en cualquier momento puede ocurrir un cisma. “El único motivo por el que el PS está unido es que los moderados y los ortodoxos no lograron ponerse de acuerdo en cuál sería la fecha en la que tendría que concretarse la fractura”, reconoció un integrante del Comité Ejecutivo del sector.

Otro miembro de la dirección del PS relató que “el fin de semana hubo conversaciones para concretar la fractura, pero la situación se volvió tan tensa que no se pudo avanzar en nada”. “Los moderados querían que la fractura se produjera después de las municipales, para que no se arme lío, y los ortodoxos querían que fuera antes de los comicios, para que se arme lío. Esto habla de las profundas diferencias internas. Pero creo que esto no es tan malo, porque mientras las dos alas del partido tengan visiones tan contrapuestas se va a mantener cierto equilibrio”, opinó el dirigente.

De todas maneras, varios dirigentes esperan que más allá de una eventual separación de los dos bloques, el compañerismo y el respeto mutuo se mantengan. “Lo que importa es que a los culorrotos del partido se los siga llamando ‘compañeros culorrotos’”, declaró otro dirigente del PS.