En la sesión del miércoles en la Cámara de Senadores, el senador de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos se retiró de sala cuando se pasó a votar su desafuero. Todas las miradas permanecieron en el Senado a la espera del resultado de la votación, con la excepción del helicóptero de Jorge Larrañaga que surca los cielos montevideanos en busca de criminales. La aeronave sospechaba que Manini Ríos podía salir antes, por lo que lo esperó agazapado tras el paredón de la plaza Primero de Mayo. “Sé que los militares entrenan mucho tácticas de evasión, así que desde un buen rato antes estaba preparado”. Pero a pesar de los recaudos que tomó el helicóptero, no pudo apresar al senador cabildante. “En realidad lo perdí un minuto, si me hubieran dejado seguro que lo atrapaba. Él salió del Palacio y lo seguí hasta Agraciada, pero ahí lo perdí y desde el comando central me dijeron que abortara la misión. Pero la verdad es que no tenía dónde esconderse”.

La aeronave policial reconoció que la orden recibida le llamó la atención. “Era tan evidente la culpabilidad del sujeto que jamás me hubiera imaginado que me iban a pedir que lo dejara irse como si nada”. El helicóptero también confesó que su trabajo lo tiene “un poco cansado”, ya que “eso de sobrevolar la ciudad en busca de rateros y narcos de poca monta no es muy motivador”. “Lo de Manini Ríos era una oportunidad para perseguir a un pez gordo, pero bueno, yo soy un simple agente y me limito a cumplir las órdenes”.