Ayer se produjo un robo en la capital con un modus operandi que se está volviendo cada vez más habitual: los delincuentes se hicieron pasar por policías y entraron a un comercio a robar. El propietario del lugar relató que se dio cuenta de la maniobra cuando los ladrones se estaban yendo. “Al ver que se llevaron muy poca cosa, con mi señora nos miramos y nos dijimos: ‘Estos no pueden ser policías de verdad’”. Es que no era la primera vez que personas vestidas de policías entraban al local a robar. “Nos pasó varias veces, por eso sabemos que los policías reales suelen venir por todo”. El comerciante agregó que si bien se le pasó por la cabeza resistir el robo y tenía armas con que hacerlo, rápidamente desistió de la idea. “No nos resistimos porque, al ver que no eran oficiales reales, sabíamos que la cantidad que se llevaran la íbamos a poder recuperar en poco tiempo. No tenía sentido arriesgar la vida… A lo mejor, si eran policías de verdad, yo hacía algo, porque ellos se te pueden llevar todo lo que tenés y recuperarlo te cuesta años. Pero a los chorros comunes no les da para tanto”.

Desde el Ministerio del Interior reconocieron que los casos de delincuentes que se disfrazan de policías para robar “preocupan mucho”, aunque aclararon que se están implementando medidas para combatir este tipo de delito. “Cuando decidimos pintar los patrulleros y ponerles fajas reflectoras, la gente se preguntaba por qué hacíamos eso. Es justamente por este tema, porque son más difíciles de falsificar”, explicó un jerarca policial.