Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Quizá la noticia más positiva de ayer fue que los legisladores de la coalición de gobierno nacional aceptaron formar una mesa de trabajo para “sumar esfuerzos” en lo relacionado con la emergencia sanitaria. La formarán quienes coordinan las bancadas de todos los partidos en ambas cámaras y quienes presiden estas, con la eventual compañía de asesores especializados.

La bancada de senadores del Frente Amplio (FA) había propuesto una integración más acotada (una comisión especial del Senado, sólo con los cuatro partidos presentes en esa cámara) y tareas más amplias (“dar seguimiento, apoyo y contralor a todas las acciones y análisis de información referidas a la pandemia y sus consecuencias en el campo de la salud, la seguridad sanitaria, la economía y la situación de los grupos sociales más afectados”).

En todo caso, lo que importa es que, desde que se decretó la emergencia sanitaria el 13 de marzo, no se había formado ningún organismo multipartidario estable para ocuparse del tema, ni siquiera del oficialismo.

En otras áreas, el clima está mucho más caldeado y predomina la polarización. Anteayer, las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) habían expresado su respaldo a la directora del Programa Nacional de Discapacidad y de la Secretaría de Cuidados, Gabriela Bazzano, pese a las expresiones de condena de numerosas instituciones vinculadas con su práctica y a los pedidos de que fuera destituida, formulados incluso por la totalidad de los legisladores del FA. Ayer Bazzano salió a los medios de comunicación a defenderse y a reivindicar lo que hizo cuando actuaba en la asociación civil Seamos, añadiendo que quiere aplicar el modelo de “familias articuladas” en “una política pública” y que se siente “una pionera en lo que es defender los derechos de las personas con discapacidad”.

La psicóloga realizó además algunas afirmaciones sobre sus vínculos con el Mides durante los gobiernos del FA, que fueron desmentidas por el senador Daniel Olesker, ex titular de ese ministerio.

Seguramente por pura casualidad, en medio de la tormenta de cuestionamientos a Bazzano se dio a conocer un pedido fiscal de condena con prisión para el ex vicepresidente frenteamplista Raúl Sendic, por su actuación como presidente del directorio de ANCAP en la negociación de la deuda con Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) y por el uso de tarjetas corporativas de la empresa pública. También por casualidad, el fiscal del caso es Luis Pacheco, y fue por decisión suya que se archivaron las acusaciones contra Bazzano.

Otra cosa que tienen en común Sendic y Bazzano es que, en las discusiones sobre sus conductas, muchas personas tienden a alinearse en función de posiciones partidarias. No sucede lo mismo con Miguel Ángel Toma, ex secretario de Presidencia y actual fiscal de gobierno. La investigación administrativa sobre sus viajes dispuesta por el presidente Luis Lacalle Pou derivó, por decisión de este, en el inicio de un sumario y la separación de su cargo por seis meses, y no hay noticia de que en el oficialismo o en la oposición alguien defienda lo que Toma hizo.

Hasta mañana.