La suspensión de las celebraciones religiosas decretada por el gobierno generó críticas por parte de los católicos, quienes afirmaron que si bien aceptan la medida, no la comparten. Estas críticas generaron algunos cruces, como por ejemplo con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, pero la más reciente muestra de descontento de un representante de la iglesia católica provocó una polémica interna. “No compartimos para nada que el gobierno prohíba las misas, y más en estas fechas. Nosotros también pagamos impuestos, por lo que tenemos derechos como el resto de los ciudadanos”, tuiteó un sacerdote. La reacción por parte de las autoridades eclesiásticas no se hizo esperar: el autor del tuit fue excomulgado y ya no pertenece a la fe católica.

Según explicaron desde el arzobispado de Montevideo, este sacerdote cometió “un acto imperdonable no sólo ante los ojos de los hombres, sino también ante los ojos de Dios. Recordarle a la ciudadanía que nosotros no contribuimos con el erario público es claramente un pecado”. Según las autoridades de la iglesia, “los católicos podemos soportar una suspensión de las misas en plena Navidad, podemos soportar clases de educación sexual, aborto y matrimonio igualitario, y muchas cosas más. Pero lo que no podríamos soportar sería que nos cobraran impuestos”. Y si bien reconocen que esto último difícilmente ocurra con este gobierno, ya que “es amigo de Dios y enemigo de los impuestos”, son conscientes de que con otro gobierno el escenario podría variar.