La Organización Mundial de la Salud no sólo está preocupada por el crecimiento exponencial de los casos de coronavirus, sino también por un fenómeno que muchos especialistas consideran tanto o más peligroso: la desinformación sobre el tema que circula abundantemente en las redes sociales. A raíz de esta situación, las autoridades chinas comenzaron a perseguir y encarcelar a las personas desinformadas. “Hasta ahora nuestros esfuerzos pasaban por perseguir a la gente que no llevaba tapabocas, pero como nos explicaron que el verdadero peligro es la desinformación, nuestro principal frente de lucha va a ser ese. No vamos a descansar hasta que las calles estén cien por ciento libres de desinformación”.

En las principales ciudades chinas los exámenes que llevaban a cabo los médicos para detectar síntomas del coronavirus fueron sustituidos por cuestionarios sobre cuánto saben sobre el virus las personas analizadas. “Mi cuñado no lee mucho las noticias, y por eso no está muy enterado de la cuestión. Le preguntaron si era verdadero o falso que el coronavirus se transmite a través de las aves, y como contestó mal, se lo llevaron y no sabemos dónde está”, declaró un habitante de la ciudad de Wuhan.

Amnistía Internacional denunció que las autoridades chinas están armando “campos de reeducación” en los que las personas son obligadas a informarse por la fuerza sobre el coronavirus.