La marcha por el Día Internacional de la Mujer, el recital de la banda Maroon 5 en el estadio Centenario, una carrera de karts y la actividad de Nacional y Peñarol por las copas internacionales son sólo algunas de las complicaciones que aparecieron en escena luego de que el sorteo del fixture del Campeonato Uruguayo determinara que el clásico se juegue el 8 de marzo. “Es un desastre, no sé por qué no digitamos el partido. Pero bueno, ahora hay que resolver este tema y buscar una fecha menos complicada. Estamos pensando en el 1º de marzo”, adelantó un neutral de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). El dirigente reconoció que jugar el mismo día en que asume Luis Lacalle Pou podría traer “algunos inconvenientes”, aunque dio por descontado que van a ser muchos menos que los que habría si se jugara el 8 de marzo.

De todas maneras, en la AUF están buscando otras alternativas en caso de que el gobierno entrante no quiera que el clásico se juegue ese día. “Una posibilidad que estamos manejando es que el partido se haga en Madrid, tal como ocurrió con el River-Boca cuando no había manera de hacerlo en Argentina por todos los líos que había”, explicó el dirigente consultado. Con respecto al futuro, el neutral aseguró que este tipo de cosas “deberían preverse con anticipación, porque es un desgaste muy grande, demasiado grande si se tiene en cuenta que es un partido que seguramente termine 0-0”.