No hay manera de evitarlo: los hermanitos se pelean un día sí y otro también. Y si bien a ninguna mami le gusta que sus hijos se tomen a golpes, y más si son chicas, tenemos que entender que esto es algo normal a cierta edad. En lugar de reprenderlos, mucho mejor es explicarles que esas peleas son consecuencia precisamente de la cercanía que existe entre los hermanos. Esta enseñanza no sólo les va a servir para su vida familiar presente y futura, sino también para sus relaciones fuera de casa, especialmente en la escuela. Es que con la vuelta del peronismo kirchnerista-marxista-madurista al poder en Argentina miles de familias del país hermano se están mudando a Uruguay, que a partir del próximo primero de marzo será territorio liberado. Y es inevitable que en la escuela surjan algunas tensiones entre los chicos uruguayos y los argentinos. Nuevamente, más que acostumbrarnos a que se peleen con sus hermanos del Río de la Plata,mucho mejor es enseñarles a solucionar los conflictos en forma pacífica, y también a ser solidarios con quienes están siendo perseguidos por el estalinismo sudamericano en cualquiera de sus formas.