Rocío (cupletera de invierno): “Me parece muy buena la decisión del Honorable Directorio del Partido Nacional de enviar nuevamente el caso a la Comisión de Ética. Porque si lo siguen mandando, tarde o temprano van a tener un dictamen que lo absuelva. Es como mandar un formulario por internet: lo mandás, te da error, lo mandás, te da error, y así muchas veces hasta que finalmente te lo acepta. Ponerse a evaluar el contenido no sirve para nada, lo que importa es la perseverancia”.

Tenorio (peón blanco de estancia): “Soy blanco de toda la vida y creo que todo este lío se armó porque el partido quedó en manos de montevideanos como Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón. Al final no vamos a tener más remedio que hacer una revolución, como Aparicio, y hacerles entender por la fuerza qué quiere decir eso de dignidad arriba y regocijo abajo. Y Carlos Moreira está llamado a encabezar esta revolución, porque él entiende mejor que nadie la importancia del regocijo”.

Flo (artista plástica reciclada): “Carlos Moreira claramente fue víctima de una maniobra política destinada a perjudicarlo. Por eso mismo creo que habría que impedirle presentar su candidatura y echarlo definitivamente del Partido Nacional. El tipo claramente es medio nabo, y con gente así no se puede gobernar nada. Porque saber gestionar también es aprender a no dejarte llevar por el pito, y si llega a pasar, que no queden registros. La ética es importante, pero más importante es la viveza”.