La epidemia de coronavirus está cada vez más cerca de convertirse en una pandemia, y ya son más de 50 los países en los que se registró al menos un infectado, incluido Siria. Pero este país se convirtió también en el primero en el que el virus llegó, pero no se instaló. “Luego de infectar a un par de personas, el coronavirus se dio cuenta de que allí no tenía mucho que hacer, así que eligió irse a algún otro país donde sí pudiera provocar daño”, explicó un experto en infectología de la Organización Mundial de la Salud. Este fenómeno se da por un proceso natural que lleva a los microorganismos patógenos a alejarse de aquellos lugares en los que pasarían desapercibidos. “Si no pueden transformarse en la principal amenaza del lugar, se alejan. Es una cuestión de eficiencia y optimización de recursos”, indicó el experto. Este proceso podría ayudar a que la epidemia no se convierta en pandemia. “El virus, al ver toda la paranoia y las estupideces que circulan en las redes sociales, seguramente llegue a la conclusión de que es inútil matar seres humanos, porque probablemente se van a terminar matando solos”, agregó el experto.

Pero esta no es la única teoría que se maneja para explicar por qué el coronavirus no se quedó en Siria. Un especialista en virología de la Universidad de Carolina del Norte afirmó que el virus “simplemente se deprimió por lo que vio allí, por lo que se le fueron todas las energías que hubiera necesitado para empezar a expandirse y contagiar gente”.