La pandemia de coronavirus provocó una retracción de la actividad humana nunca antes vista. Los lugares que hace pocos meses estaban llenos de seres humanos se vieron abandonados de un día para otro, y esto provocó que ejemplares de otras especies los ocuparan. Un ejemplo de ello es Alberto Sonsol, quien, si bien tenía una presencia importante en los medios de comunicación antes de la emergencia sanitaria, en las últimas semanas ganó muchísimo terreno. Un especialista en comportamiento humano y animal de la Udelar explicó que el caso del multifacético conductor televisivo y radial es “paradigmático” de muchos otros que se están viendo en el mundo, como por ejemplo el de los delfines en las costas italianas, o los ciervos en el sur de Londres. “Sonsol forma parte de una de esas especies cuya capacidad para expandirse territorialmente es extraordinaria y sólo se detienen cuando llegan a lugares ocupados por otra especie superior. En su caso lo que ocurrió fue que debido a la emergencia sanitaria los seres humanos que conducían programas televisivos tuvieron que empezar a quedarse en sus casas, y eso le dio la oportunidad de ocupar los lugares que dejaron vacíos”.

Otro etólogo de la Udelar alertó que el caso de Sonsol “es muy pintoresco, pero también es potencialmente peligroso. Si la pandemia sigue mucho tiempo, y otros ámbitos –como por ejemplo la política– empiezan a vaciarse de seres humanos, las consecuencias pueden ser catastróficas”.