Un día antes de retirarse, la presidenta del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA), Graciela Fulco, aprobó una partida salarial extra para algunos funcionarios, que tenía como objetivo frenar la ola de certificaciones médicas desatada tras la declaración de emergencia sanitaria. Pero las nuevas autoridades revocaron el aumento, algo que ya generó reacciones entre los funcionarios afectados. “Cuando escuché que nos habían sacado la partida me empecé a sentir mal, con náuseas, vómitos y mareos, así que llamé y dije que estaba enfermo y no podía ir a trabajar. Porque obviamente en este estado no puedo ir a trabajar. Voy a ver para cuánto tengo, pero no creo que sean menos de tres meses”, explicó un funcionario del INISA.

Otro trabajador del instituto relató algo parecido. “Yo saqué un crédito para comprarme un celular nuevo, que pensaba pagar con los mangos extra de la partida salarial. Imaginate cómo me puse cuando me enteré de que nos sacaban la partida. Las defensas se me fueron al piso debido al estrés. Y con las defensas tan bajas es una locura que vaya a trabajar, porque seguro que me agarro el coronavirus en el ómnibus y después se lo contagio a los chiquilines”.

Los trabajadores aclararon, de todos modos, que están “comprometidos con la institución”, por lo que están dispuestos a “arriesgar la vida” si el gobierno les da los 12.000 pesos que les “arrebató”.