En esta epidemia hay algo que está siendo más contagioso que el propio coronavirus: la solidaridad. En todo el Uruguay las personas de bien se han puesto el país al hombro (como siempre) y han comenzado a donar alimentos y productos de primera necesidad para los más necesitados. Pero, cuidado; que las buenas intenciones no terminen transformando la solidaridad en un problema. Muchas amas de casa creen que su mejor aporte puede ser donar alimentos no perecederos, y algo de cierto hay, pero debemos revisar que la fecha de vencimiento del alimento en cuestión no vaya más allá de los cinco meses. Porque uno de los grandes riesgos que se corren con estas iniciativas es que, luego de terminada la emergencia sanitaria, las personas sigan exigiendo que les den comida, productos de higiene y alojamiento a cambio de nada. Y nosotras no podemos arruinarles la vida de esta manera, porque lo peor que les puede pasar es que pierdan el hábito de esforzarse para obtener lo que quieren. Así que ya saben, chicas: alimento que se venza después de agosto, alimento que se queda en casa.