Desde que la epidemia comenzó a extenderse fuera de China, surgieron en todo el mundo teorías según las cuales el nuevo coronavirus había sido creado en laboratorios del gigante asiático. Una investigación publicada ayer en el periódico francés Le Monde afirma que efectivamente fue lo que ocurrió. “Desde hace varios años los laboratorios chinos estaban haciendo copias exactas de coronavirus que ya estaban en circulación. Durante mucho tiempo las imitaciones eran muy buenas, realmente no había manera de diferenciarlas de los originales. Pero una de las copias salió mal, y ese fue el origen del nuevo coronavirus. Es lo que pasa con las imitaciones; por más que parezcan idénticas, siempre existe el riesgo de que alguna salga defectuosa”, se afirma en el artículo.

Entre los posibles motivos de la falla se menciona la utilización de materias primas de mala calidad y mano de obra poco calificada. “En algunos laboratorios se encontraron niños de 11 años haciendo el trabajo que en Europa o Estados Unidos hacen mayores de edad. Además, las condiciones de trabajo y la infraestructura son pésimas. Hay un laboratorio en Wuhan donde los trabajadores usan las mismas mesas para hacer experimentos y para comer. Guardan la salsa de soja en tubos de ensayo. Era obvio que, tarde o temprano, iba a ocurrir una catástrofe como la que estamos viviendo”, finaliza el artículo.