Las relaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) fueron volviéndose cada vez más tensas a medida que avanzaba la pandemia del coronavirus y prácticamente se rompieron el martes, cuando el mandatario decidió congelar el financiamiento que le aporta su país. Trump acusa a la OMS de no haber alertado antes sobre el peligro de la pandemia y también de haberle ocultado al mundo que él tiene serios problemas psiquiátricos. “Esta organización no sólo falló a la hora de hacerle saber al mundo que había un peligroso virus amenazándolo. También lo hizo al no alertar a todos los seres humanos del planeta que soy un psicópata peligroso capaz de poner en riesgo la vida de cientos de millones de seres humanos para satisfacer mis excéntricos impulsos y deseos”. “Las políticas del organismo son nefastas en materia de epidemias, pero son aún peores cuando se trata de enfermedades psiquiátricas”, sentenció.

Una fuente de la OMS opinó que las palabras del presidente estadounidense “tienen sentido”, al tiempo que reconoció que el ascenso en todo el mundo de líderes como Trump, el brasileño Jair Bolsonaro y el italiano Matteo Salvini “claramente califica como pandemia”. “Si hubiéramos alertado al mundo hace algunos años de que algo así iba a suceder, a lo mejor la gente tomaba recaudos. En este caso, claramente, estuvimos omisos y es justo que los ciudadanos estén enojados con nosotros”, reconoció.