Usted fue uno de los primeros personajes de ficción a los que se les permitió habitar el más allá. ¿Es cierto?

Sí, es cierto. Se hizo en reconocimiento a mis investigaciones sobre la vida, la muerte y las barreras que separan a ambas cosas. Fue un gran logro para mi carrera. O, por lo menos, mejor que los de mi carrera científica.

¿Cómo se siente viviendo en ultratumba?

La verdad es que no es demasiado diferente a vivir en un universo ficticio. En los dos casos estamos hablando de lugares no terrenales. Justamente el otro día estábamos hablando de eso con el Pato Donald.

¿El Pato Donald también fue admitido en el reino de los muertos?

Sí, y si le digo la verdad, no tengo idea de cómo lo consiguió. Tengo la teoría de que tiene acá algún amigo con influencias.

¿Sospecha de alguien en concreto?

Sí. Y estoy seguro de que usted también. A ver, deme un nombre y le digo si está cerca.

Walt.

Frío, frío... [risas].