Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El presidente Luis Lacalle Pou anunciará formalmente hoy los planes para la reanudación de las clases en primaria, pero ya trascendió que, según dijo a legisladores del Partido Nacional, la idea es que las escuelas vuelvan a funcionar a comienzos de junio. Cabe señalar que esto es básico para que se retomen otras actividades: en muchos núcleos familiares no es viable que la gente adulta salga a trabajar si no hay quien se quede con niñas y niños, y las precauciones que es preciso tomar con las personas mayores complican el recurso habitual de que estas se hagan cargo del cuidado.

A su vez, Robert Silva, presidente de la Administración Nacional de Educación Pública, compareció ante la comisión especial del Senado que estudia el proyecto de ley de urgente consideración (LUC), y opinó que las demás ramas necesitan volver a las clases presenciales cuanto antes.

De todos modos, es claro que la actividad no volverá por completo de un día para otro, sino que habrá procesos graduales, distintos de acuerdo con las características de los centros educativos. Por lo tanto, se mantendrán por un tiempo los desafíos asociados con la educación a distancia, incluyendo el de que los estudiantes desarrollen su capacidad de autorregulación, y seguirá vigente la demanda –apoyada ya por unas 32.000 personas– de que el uso de internet para esa finalidad sea gratuito, aunque las autoridades de la educación pública no hayan tomado cartas en ese asunto. Es bueno que estos temas sigan sobre la mesa, porque la necesidad de promover la autonomía en el aprendizaje y de avanzar aún más en la superación de la “brecha digital” no son consecuencias de la emergencia sanitaria, aunque esta las haya puesto en primer plano, y deberían formar parte de una agenda permanente.

En lo referido al proyecto de LUC, Silva anunció un cambio, que habilita la creación de un órgano coordinador de la enseñanza pública, que de algún modo se vincula con el proyecto de avanzar hacia lineamientos curriculares comunes para primaria y secundaria. Esto estuvo planteado al comienzo del último gobierno nacional frenteamplista, pero el objetivo quedó por el camino debido a discrepancias internas.

Por otra parte, la marcha del silencio de este año fue, al igual que las personas desaparecidas por las que reclama, “una ausencia presente, evidente”, como cantaba Jorge Lazaroff (otro que sigue aquí aunque ya no esté). El despliegue de muestras de adhesión en las calles –y en esa nueva vía pública que son las redes sociales– resultó impresionante en cantidad e inventiva, y parece muy probable que persista en los años venideros, junto con la movilización tradicional por 18 de Julio, de modo que el desafío de la emergencia sanitaria no sólo fue superado, sino que deja un saldo positivo.

En una sesión extraordinaria de la Cámara de Representantes, diputados de todos los partidos aseguraron que están comprometidos con la búsqueda de los detenidos desaparecidos. Es una lástima que, en los 35 años transcurridos desde la recuperación de la democracia, ese compromiso unánime no se haya notado mucho.

Hasta mañana.