Cuando estalló el escándalo de la conversación entre la vicepresidenta Beatriz Argimón y Fernando Cristino, muchos sugirieron que la verdadera motivación del relacionista público para viralizar el audio era volverse famoso. Ayer, en una de sus frecuentes intervenciones en las redes sociales, Cristino se encargó de desmentir esta acusación. “Yo hago esto por una cuestión de justicia, y de defender mi ideología, pero no tiene nada que ver con que yo busque fama. Es más, a pesar de toda la exposición mediática que estoy teniendo, no me estoy volviendo más conocido, sino todo lo contrario; son cada vez más las personas que no me conocen”. El empresario y figura mediática consideró que esto “es una prueba más de que acá jamás vamos a tener una farándula como la gente. Si estuviéramos en Argentina yo ya tendría trabajo en la tele, pero acá eso no pasa. Este país en increíble, mi número de seguidores en las redes sociales no sólo no aumenta, sino que disminuye, especialmente entre los políticos. Antes conocía personalmente a medio Partido Nacional, ahora ni siquiera saben quién soy”.

Cristino reconoció, de todas maneras, que le gustaría participar en el programa televisivo Bailando por un sueño, aunque opinó que ahora tiene “pocas chances”. “Por suerte siempre me queda la posibilidad de imitar a Carlos Perciavalle en Got Talent Uruguay. Soy muy bueno con eso de las charlas telefónicas”, declaró.