Jesús (industrial sin chimenea): “Yo soy de Artigas, y si hubieran dicho algo así de mi departamento me hubiera sentido muy ofendido y también los hubiera denunciado, porque no se puede difamar de esa manera a un departamento entero. Pero, claro, yo soy de Artigas, donde no pasa nada de lo que mencionan en el cuplé. En Rivera sí pasan esas cosas, y hasta te diría que Cotelo se quedó corto. Es un caso complicado. ¿Está bien que alguien diga una verdad hiriente así como así?”.

Ramona (prestidigitadora con párkinson): “Esto pasó porque en Rivera son más del carnaval brasileño y no tanto del montevideano, de donde viene Rafa Cotelo, que tiene otros códigos. O sea, que no rompan las pelotas, porque mientras casi todo el país se tiene que fumar a las murgas con todo ese rollo del compromiso, la emotividad y el mensaje, ellos disfrutan de un carnaval con batucada, cabezudos y travas, como debe ser. Que aprecien lo que tienen en lugar de andar tentando a la suerte”.

Lydia (afiladora de lenguas): “Acá se le quemaron los papeles a Cotelo, porque no podés hablar así de los riverenses. Una cosa es meterse con las mujeres víctimas de violencia de género, los travestis condenados a vivir en la indigencia o los negros que son discriminados desde que nacen. Pero los riverenses están en una condición mucho más jodida. O sea, si no sabés cómo afecta a una persona el haber nacido en Rivera, mejor ni hables, porque claramente no sos consciente de tus privilegios”.