Ayer se llevó a cabo el segundo gran operativo policial en las cárceles desde que asumió la presente administración. Esta vez fue en el penal de Punta Rieles, en donde los efectivos lograron incautar centenares de artículos cuya tenencia está vedada para los reclusos. Un jerarca del Instituto Nacional de Rehabilitación relató que “encontramos y requisamos 420 cortes carcelarios, drogas, celulares, comidas con alto valor proteico y vitamínico, en fin, una cantidad de cosas que los presos no pueden tener”. El funcionario indicó que estas requisas “se van a seguir haciendo en todas las cárceles del país, porque tenemos que recuperar el sentido de la autoridad en el interior de las prisiones. No puede ser que los presos manden, que hagan lo que quieran, que se droguen, que organicen robos con cómplices que están afuera o que tengan la alimentación digna que le corresponde a cada ser humano por derecho”. Según las autoridades, la situación con la que se encontraron en esta requisa fue mucho más grave de lo que se esperaba. Además de los productos mencionados también fueron hallados artefactos para calefaccionar el ambiente y varios libros que presuntamente iban a ser utilizados para educar a los reclusos. El jerarca aclaró de todos modos que “la administración anterior había hecho un buen trabajo a la hora de combatir la presencia de este tipo de cosas en las prisiones, pero evidentemente aún queda mucho por hacer”.