Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo ayer que se propone “terminar con los odiadores seriales” que buscan continuamente profundizar las divisiones políticas. Aplicando ese sano criterio, sería bueno asumir que este año hay, en nuestro país, oportunidades para buscar acuerdos acerca de problemas que no se habían resuelto, y también para otros que surgieron o se pusieron de manifiesto debido a la emergencia sanitaria. Lo que está por verse es si el sistema partidario aprovecha esas oportunidades, o insiste en la construcción de relatos contrapuestos, que no le reconocen acierto alguno a los adversarios.

En el caso del sistema de salud se avizora un riesgo imprevisto. Las reformas aprobadas durante los gobiernos del Frente Amplio (FA) se desarrollaron en un marco de crecimiento de la economía, del empleo y de la formalidad de este (pese a que, como el PIT-CNT señaló durante años y quedó muy claro en los últimos meses, persistió una cantidad importante de situaciones precarias e irregulares).

Los ingresos de las mutualistas tienen una fuerte dependencia de los aportes correspondientes a personas con empleo formal, y el aumento de la desocupación plantea perspectivas de crisis, que muy probablemente se vean agravadas por un aumento de la demanda de servicios (cuando se agolpen consultas postergadas en estos meses), y además el presidente del Sindicato Médico del Uruguay, Gustavo Grecco, dijo a la diaria que se ha enterado en forma extraoficial de que el Poder Ejecutivo maneja la idea de recortar el presupuesto de ASSE.

Aun sin este último factor, es clara la necesidad de buscar soluciones, y tanto las mutualistas como los trabajadores de la salud y el FA proponen que el Estado se haga cargo de cubrir los aportes al sistema de quienes queden sin trabajo. La pelota está en la cancha del oficialismo, y el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, anunció que se prepara una propuesta.

También hay problemas sectoriales que, si bien tienen que ver con la crisis, se relacionan en gran medida con el modo en que algunas empresas se han ubicado ante ella. Un ejemplo es la situación en el transporte interdepartamental, en el que los trabajadores denuncian que los ingresos recibidos por sus patrones no justifican la propuesta de fuerte recorte salarial que presentaron al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

En cuanto a la construcción de relatos, la Comisión de Hacienda del Senado había convocado a la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, con la intención de que explicara ayer la presentación realizada por el Poder Ejecutivo para atraer inversiones extranjeras, en la que –a diferencia de lo que ocurre en el discurso político oficialista dirigido a la población uruguaya– se destacan fortalezas desarrolladas durante los períodos de gobierno frenteamplista.

Arbeleche no fue al Parlamento y alegó que tenía otros compromisos.

Hasta el lunes.