Romualdo (representante de papeles clásicos del teatro): “Es todo una cortina de humo para tapar que se contagió de homosexualidad. Ahora van a decir que lo tienen que internar para ponerle un respirador, que tiene que hacer reposo porque se cansa y todo eso, pero en realidad va a estar haciendo un tratamiento contra ese terrible mal. Le deseo lo mejor a Bolsonaro, porque estoy seguro de que los LGTBQI lo contagiaron a propósito porque fue el único que los enfrentó”.

Sonia (modista incomodista): “Yo le tengo mucha fe a Bolsonaro, me parece de lo poco decente que hay en Latinoamérica. Estoy segura de que se contagió él mismo, para probar que la hidroxicloroquina funciona contra el coronavirus. Es más, seguro que tiene acciones en un laboratorio que la fabrica y todo esto es un plan para enriquecerse. Eso hablaría muy bien de él, porque demostraría que es un gran emprendedor con muy buen olfato para los negocios, y eso es lo que el mundo necesita”.

Aurelia (progresista zafral): “Sería una lástima que se muera, pero si pasa, por lo menos vamos a tener el consuelo de que se transformaría en un mártir de la lucha contra la libertad de movimiento y por el derecho de todos los seres humanos de ir a comer a un restaurante o saludarse con la mano, como debe ser, y no con un golpecito de codos. Qué equivocado que estaba Fukuyama cuando habló del fin de la historia. Es claro que aún hay asuntos vitales que resolver”.