Si bien desde la coalición multicolor hay una visión muy crítica sobre el accionar del Frente Amplio (FA) en casi todas las áreas del gobierno mientras estuvo en el poder, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) es el organismo sobre el que se hicieron más denuncias. Una de ellas es que la ex ministra Marina Arismendi servía café vencido a los invitados. Para el actual ministro, Pablo Bartol, ese tipo de hechos forman parte de una “etapa felizmente superada”. “Cuando comenzamos nuestra gestión nos encontramos con un ministerio con grandes problemas, fruto de la desidia de las autoridades anteriores. Pero en sólo cuatro meses logramos que se vencieran menos kilos de café que al FA en 15 años. Hoy por hoy, el Mides es una referencia a nivel latinoamericano en relación a las fechas de vencimiento de su stock de infusiones”. El jerarca hizo hincapié en que “el caos que heredamos va mucho más allá del café vencido. Había té vencido, azúcar con humedad y cucharitas de acero inoxidable con muy poco brillo”.

Con respecto a otras áreas del ministerio, Bartol dijo que se han hecho progresos “aún más significativos”. “Lo de las infusiones es importante, pero no deja de ser algo material. En materia de cuidados de poblaciones vulnerables, como la gente en situación de calle o los habitantes de los asentamientos, hicimos una importante inyección de esperanza, que es el principio de todo”.