La utilización por parte de un agente policial de una picana contra una persona detenida que ya estaba esposada generó varias críticas de la oposición. El titular del Ministerio del Interior (MI), Jorge Larrañaga, explicó que el uso de este dispositivo no forma parte de los protocolos de actuación de los agentes, pero tampoco está prohibido. De todas formas, la cartera anunció una iniciativa para evitar los desbordes de los efectivos policiales, que consiste en ponerlos bajo la tutela de perros. Larrañaga explicó que “estos animales van a estar entrenados para llevar a sus acompañantes humanos atados con una correa para evitar que lastimen a alguien”. Los perros actuarán cuando el agente intente golpear de forma injustificada, aplicar una picana o insultar a alguien, pero no de descarta que también puedan evitar que los efectivos de la Policía cometan delitos. “Sabemos que en la Policía hay algunas manzanas podridas que avergüenzan a toda la fuerza. A veces para sus camaradas es difícil denunciarlos, porque en el cuerpo policial existe un sentido de la lealtad muy desarrollado. Pero los perros no suelen desarrollar este tipo de valores”, agregó el ministro.

Una fuente del MI reconoció que la idea de usar perros para controlar a los policías “surgió cuando nos dimos cuenta de que estos animales no veían redes sociales ni escuchaban a los políticos que piden mano dura, así que nunca van a estar manijeados”.