La decisión de Ernesto Talvi de renunciar a la Cancillería fue interpretada por muchos como una maniobra que le permitiría concentrar sus energías en disputarle a Julio María Sanguinetti el liderazgo del Partido Colorado (PC). Pero fuentes de Ciudadanos, el sector de Talvi, aseguran que el motivo por el que su líder no se lanzó aún a confrontar a Sanguinetti no tiene que ver con que estuviera en la Cancillería, sino con la pandemia de covid-19. “La única manera de solucionar esto es agarrándose a piñas, eso lo entienden Sanguinetti y Talvi y lo entiende todo el partido. El tema es que con la emergencia sanitaria no podemos ponerlos en una situación en la que claramente no podrían evitar el contacto físico”. La idea de los colorados es hacer el combate con público y cobrando entrada. “Por un lado, necesitamos que se defina de una vez por todas quién es el verdadero líder del partido. Por otro, necesitamos dinero. Es un negocio redondo, y si aún no lo hicimos fue por cuestiones sanitarias”, explicaron las fuentes.

Pero según pudo saberse anoche, el Ministerio de Salud Pública finalmente aprobó un protocolo que permitirá la realización del enfrentamiento a golpes de puño. Un integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PC auguró una pelea “apasionante” con un resultado “incierto”. “Talvi tiene la energía de la juventud, pero Sanguinetti tiene las mañas de un gran campeón. Esto va a ser como si el Mike Tyson de los 80 se enfrentase al Muhammad Ali de los 70”.