La Operación Océano sigue sumando casos. Ayer la fiscal Darviña Viera imputó a tres nuevas personas, con lo que el número de indagados se elevó a 24. En los tres casos se trata de hombres con el mismo perfil que el resto de los imputados: empresarios y profesionales de buen poder adquisitivo. El abogado de uno de ellos se quejó por la medida adoptada por la fiscal y aseguró que su cliente “es una buena persona que, debido a una mentira infundada, ahora vive angustiado y con miedo de que, en caso de ir a la cárcel, le roben la malla oro que tanto trabajo le costó conseguir”. El defensor afirmó que “es muy doloroso dedicar toda una vida a generar empleos y sacar adelante el país, para que en un santiamén te saquen el reconocimiento a tanto esfuerzo”.

El miedo de este empresario es compartido por otros imputados. “He trabajado toda una vida para hacer crecer el patrimonio que heredé de mis padres y ahora me arriesgo a perderlo todo. Porque no sólo me preocupa la posibilidad de tener que vender mis empresas, mis campos, mis mansiones y mis coches deportivos. También me preocupa que en la cárcel me roben mi malla oro y ya no pueda hacer negocios, porque esta malla es la que te habilita a recibir exoneraciones fiscales y apoyos del gobierno mediante licitaciones”, declaró otro de los imputados.

En el equipo económico preocupa la posibilidad de que se despoje de su malla oro a estos empresarios, ya que “en este momento más que nunca necesitamos que los líderes de la nación pedaleen”.