Ayer se jugó uno de los clásicos más extraños de las últimas décadas. Ante un estadio Centenario sin público debido a la emergencia sanitaria, Nacional y Peñarol empataron 1-1. Los tradicionales rivales también empataron en el número de contagios de coronavirus en sus respectivas hinchadas: ambos llegaron a los 5.000. Un integrante de la hinchada de Nacional que participó en el “banderazo” en Los Céspedes el sábado declaró que, a pesar del empate, existe “satisfacción” por el resultado. “Estuvimos trabajando muy fuerte estas últimas dos semanas, pidiendo a la gente que se cuidara mucho, porque si se contagiaba antes del día del partido no iba a poder venir a contagiarse”. Por el lado mirasol, uno de los referentes de la hinchada también explicó que durante los días previos se intentó evitar los contagios. “Si el virus circulaba mucho entre nosotros se corría el riesgo de que nos agarrara la inmunidad del rebaño, y el día del clásico no se iba a contagiar nadie. Hubiera sido una derrota histórica”.

Los dirigentes de ambos clubes también consideraron que el resultado en el número de contagios fue justo. “Ellos pegaron primero con el banderazo en Los Céspedes, pero nosotros supimos reaccionar con el corredor humano en el Campeón del Siglo”, declaró un integrante de la directiva de Peñarol. “Son cosas del fútbol. Nosotros trabajamos mucho la idiotez de nuestros hinchas, pero los rivales también son idiotas”, consideró un dirigente albo.