La fiscal de Delitos Sexuales Darviña Viera formalizó este miércoles al mediodía a otras tres personas en el marco de la Operación Océano, la causa que investiga la explotación sexual de menores de edad. Había otras dos personas detenidas pero no se obtuvo evidencia para formalizarlos y se sigue investigando. A los cinco detenidos se les aplicaron medidas cautelares de no acercamiento a las víctimas.

Chats, mensajes, llamadas telefónicas y un cúmulo de nuevas evidencias. “Pruebas sistémicas” de explotación sexual de menores, afirman en la Fiscalía. La Operación Océano empezó con una denuncia concreta, pero su alcance se amplió rápidamente, por la conmoción social que provocó y por la habilitación de nuevas vías de comunicación para que las víctimas denuncien la situación que vivieron.

Actualmente hay 18 víctimas menores de edad y cuatro testigos, que en las últimas semanas aportaron nuevas evidencias. A raíz de estas investigaciones, Interpol había detenido este martes a cuatro hombres de Montevideo, que declararon ante la fiscal Viera en la sede policial. Unas horas después, se sumó un nuevo detenido, que este mediodía también fue trasladado a la sede penal de Juan Carlos Gómez, donde se llevó a cabo la audiencia de formalización.

A los tres hombres, de entre 40 y 50 años, se los formalizó por el mismo delito que se aplicó en los casos anteriores: “Retribuciones o promesas de retribuciones a menores de edad para que realicen actos sexuales o eróticos de cualquier tipo”. De esta manera, ya son 24 las personas formalizadas en el marco de la Operación Océano. Hay otras tres personas que continúan requeridas y que no han sido detenidas porque se encuentran fuera del país.

Fuentes cercanas a la investigación informaron que los cuatro nuevos casos tienen un perfil similar a los anteriores: se trata de profesionales y empresarios que mantenían contactos con las menores por medio de sitios de citas en internet.

No es el único patrón que se mantiene. Para ordenar la detención, la fiscal Viera y su equipo se basaron en la misma fuente de información: conversaciones encontradas en los teléfonos celulares de las víctimas.