Andreína (croupier amnésica): “Cuando escuché a Guido Manini Ríos decir que ni a Jack el Destripador lo habían perseguido durante 40 años, me enojé mucho, porque obviamente se dejó ganar por el discurso feminazi de la violencia de género. Yo no creo que esas mujeres londinenses fueran unas santitas. Algo habrán hecho. Además, ¿qué pasa con todos los hombres asesinados en Inglaterra en el siglo XIX? Ojo, yo no defiendo a Jack el Destripador, pero tampoco creo que sea el único asesino de la historia”.

Sabrina (notaria notable): “Yo también estoy harta de la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, la Institución Nacional de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Todo ese curro empezó con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que casi todos los países firmaron un par de años después de la Segunda Guerra Mundial. ¿Hasta cuándo vamos a seguir hablando de cosas que pasaron hace 55 años? Yo creo que ya es tiempo de mirar al futuro y cagarnos en los derechos humanos”.

Mateo (auxiliar contable y sonable): “A mí me da lástima Manini Ríos, porque no se da cuenta de que Pablo Mieres le está haciendo una cama. Mirá que ese petiso se hace el nabo pero en realidad es muy vivo. Antes de las elecciones se deshizo de Fernando Amado y lo dejó fuera de la carrera por la presidencia, y después se sacó de encima a Ernesto Talvi, haciéndole creer que si pasaba cinco años en el gobierno después no iba a poder conseguir trabajo. Mieres es un peligro”.