La divulgación de los viajes que realizó el ex secretario de la Presidencia durante el gobierno pasado, Miguel Ángel Toma, en compañía de una contadora de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo motivó la realización de una investigación administrativa en el Poder Ejecutivo y el pasaje de los antecedentes a la Justicia. Toma afirmó ayer que se considera “un perseguido político”, y por este motivo solicitará asilo político en Suiza para él y una contadora de su confianza. “Claramente estoy siendo hostigado en mi país, por lo que ya no me siento seguro. Pero aun si logro que Suiza me dé asilo, tengo miedo de que los embates contra mi persona se trasladen al ámbito financiero. Es por esto que solicité a la cancillería suiza que se me permita llevar a una contadora de mi confianza”, declaró el ex funcionario.

La embajada de Suiza en Uruguay confirmó haber recibido la solicitud de asilo por parte de Toma, y se comprometió a analizarla “a la brevedad”. “Si efectivamente hay un caso de persecución, obviamente les vamos a dar el asilo a Toma y su asesora. Además, no nos va a costar mucho, porque él fue muy claro en que con un departamento de un dormitorio le alcanza y le sobra. Además, afirma que no necesita mucho para sobrevivir en Suiza: con dinero para comida, transporte, salud y un par de entradas para ir a ver fútbol los fines de semana él está satisfecho”.