El gobierno autorizó a los bares, pubs y restaurantes a mantener sus puertas abiertas hasta las dos de la madrugada, es decir, dos horas más que hasta ahora. De todas maneras, la decisión final corre por cuenta de los Comités de Emergencia Departamentales, así que no habrá un criterio común en todo el territorio nacional. “Es una locura. Si no nos dicen a qué hora exacta tenemos que empezar a poner las sillas encima de las mesas, no podemos hacer bien nuestro trabajo”, aseguró el mozo de un bar céntrico. “Lo que pasa es que para poder molestar a la gente en forma efectiva necesitamos tomarnos nuestro tiempo. Por ejemplo, un sábado nosotros empezamos a juntar las sillas a las 21 horas, para cerrar aproximadamente a las 2. O sea que tenemos cinco horas para incomodar a los comensales. Si empezamos a las 23 para cerrar a las 0, algunos clientes prácticamente ni se van a enterar de que empezamos a sacarlos”.

El profesional del servicio gastronómico explicó que también podría haber inconvenientes si los locales cierran a las 2. “Digamos que arrancamos con la juntada de sillas a las 21 para tener tiempo, pero el bar termina cerrando cinco horas más tarde. Eso haría que los clientes nos pierdan el respeto y dejen de temernos. Así que no es cuestión de cerrar a las 0, a la 1 o a las 2. Es cuestión de que haya previsibilidad y reglas claras”.