Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La “portabilidad numérica” es uno de los cambios introducidos por la ley de urgente consideración (LUC) que se discute con menor profundidad, y parece poco probable que la preferencia por anular o mantener los artículos correspondientes vaya a ser el principal factor para decidirse por la papeleta del Sí o la del No, respectivamente, en el referéndum del año que viene.

Sin embargo, vale la pena considerar el asunto con atención, atendiendo a datos de una encuesta realizada en agosto por Equipos Consultores para Antel. Pero repasemos primero algunos datos generales.

Hasta ahora, los contratos para usar servicios de comunicación mediante celulares incluyen la asignación de un número de teléfono, y el cambio de proveedor trae consigo el cambio de ese número. Esto determina complicaciones que la gran mayoría de los usuarios no desea, y por lo tanto favorece la disposición a seguir con la misma empresa, aunque los principales motivos para ello son otros, vinculados directamente con los costos económicos y los beneficios recibidos.

La portabilidad numérica permite mantener el número cuando se cambia de proveedor. El oficialismo presenta la cuestión en términos de libertad individual, centrándose en las consecuencias para cada persona que usa un celular. Así, defiende las disposiciones de la LUC como un cambio que sólo trae resultados positivos, y ha anunciado que comenzarán a aplicarse antes de fin de año, pese a que pueden ser anuladas, creando hechos consumados que puede ser muy complejo revertir.

De esta forma, omite o disimula dos aspectos muy importantes del asunto. Por un lado, las probables consecuencias en el mercado, donde hoy una empresa uruguaya fuerte predomina sobre dos enormes competidoras multinacionales: Movistar (Telefónica) y Claro (América Móvil). Por otro, el hecho de que esa empresa uruguaya, Antel, es estatal.

La encuesta de Equipos indica que, entre las personas consultadas, los usuarios de Antel son los más satisfechos con el servicio que reciben y los menos dispuestos a cambiar de proveedor, pero señala asimismo que, en términos absolutos, la portabilidad numérica le traería consecuencias negativas a la empresa estatal.

Según las respuestas de las personas consultadas, todos los proveedores ganarían y perderían clientes, pero el saldo neto para Antel sería una disminución, que se estima en 20.000 personas, aunque permanecería en su actual posición de liderazgo (básicamente porque, como ya se dijo, las principales motivaciones en juego no tienen que ver con la pérdida o el mantenimiento del número). La situación es la misma en lo referido a los clientes empresariales.

Durante muchos años, la inversión realizada por el Estado y las estrategias aplicadas por las autoridades de Antel han llevado a que lograra ofrecer los servicios de calidad más satisfactoria para sus usuarios y liderar un mercado competitivo. Hay, sin embargo, quienes insisten en que gigantes como Telefónica y América Movil son víctimas desvalidas de un abuso, y ahora el Ejecutivo está decidido a darles una mano, en contra del interés de la empresa nacional y estatal. Hay que estar muy dominado por una visión ideológica para pensar y actuar así.

Hasta el lunes.