En la víspera de las fiestas, este martes la Coordinadora Pirotecnia Cero Uy, que se conformó en diciembre de 2020, presentó en la sede de la Asociación de la Prensa del Uruguay una campaña para sensibilizar sobre los efectos del uso de fuegos artificiales o pirotecnia. La organización está integrada por más de 20 grupos de la sociedad civil, especializados en diferentes temáticas de salud, conservación de la fauna, animales, entre otros, interesados en concientizar sobre el daño que genera la pirotecnia y contribuir en el proceso de su regulación. La presentación estuvo a cargo de Andrés Pérez, que integra la Federación Autismo Uruguay y estuvo para referir a lo que implica la pirotecnia para la salud humana; Karina Kokar, de Bienestar Animal; Mauricio Álvarez, de la organización Conservación de Especies Nativas de Uruguay, representando los efectos en el ambiente; María Elena Laurnaga, de la Defensoría de Vecinas y Vecinos de Montevideo, y como invitados el licenciado en Psicología Agustín Menéndez y la cirujana plástica Beatriz Manaro.

“La Defensoría de Vecinos está aquí con el objetivo específico de incidir en las decisiones del gobierno departamental, al que estamos asociados, sobre la regulación de una problemática en la que trabajamos desde hace mucho tiempo”, dijo en una conferencia María Elena Laurnaga. Agregó que luego de que la defensoría le presentara a la Junta Departamental de Montevideo una propuesta sobre la regulación de la pirotecnia y la Junta creara una comisión específica para el trato de la temática, hace apenas unos días se aprobó la regulación. “Tal vez quedó gusto a poco, pero en política pública tenemos la experiencia de que hay que ir avanzando en la medida de lo que se pueda”, agregó Laurnaga.

Laurnaga se refirió al decreto que se aprobó en Montevideo el jueves 17, que regula la comercialización de pirotecnia a partir del 1º de febrero de 2022. De esa manera, Montevideo se suma a los 11 departamentos que ya regularon el uso de pirotecnia, a pesar de que aún está en proceso una regulación a nivel nacional. Desde febrero sólo estará permitido que en Montevideo se vendan fuegos artificiales etiquetados con el hexágono verde, que indica menos de 80 decibeles, o con el amarillo, que significa hasta 110 decibeles. Además, también se regula la venta por edades y se incorpora determinadas puntualizaciones en cuanto al uso de la pirotecnia.

“Sobre la salud humana, en lo que venimos trabajando hace más de diez años, lamentablemente hemos escuchado discursos que defienden el uso de la pirotecnia porque se trata de cinco o diez minutos, dos veces al año”, dijo en la conferencia de prensa Andrés Pérez. Agregó que eso “no es cierto, ya que todos sabemos que la pirotecnia se usa muchas veces en diferentes eventos”, fundamentó.

Invitó a pensar en el daño que les causa no sólo a las personas con autismo, también a los animales y a personas hipoacúsicas, entre otros. “Lo que puede significar un festejo para algunos puede ser un gran suplicio para otros”, subrayó Pérez. También, al igual que Karina Kokar, de Bienestar Animal, se refirió a unas gotas que se recetan para quienes sufren los ruidos. “No es lo adecuado. Vivimos en una sociedad en la que todos deberíamos disfrutar juntos. Es como que quienes defendemos la pirotecnia cero recomendemos a los que prefieren utilizar fuegos que consuman una droga psicoactiva para pensar que están viendo fuegos artificiales”, ejemplificó.

Agregó que las empresas y los parlamentarios, entre otros, entendieron el daño que estaba causando la pirotecnia, y dijo que “habrá que esperar un par de años más para que la situación se desarrolle al grado cero que se planteó en un principio”. “Quienes sufren están incluidos en la sociedad y es por ellos que tenemos que cambiar”, concluyó Pérez.

Perro de asistencia Athos durante la conferencia de prensa.

Perro de asistencia Athos durante la conferencia de prensa.

Foto: Mauricio Zina

Por otra parte, los demás exponentes hicieron referencia al daño que la pirotecnia causa a los animales que tienen un hogar, pero aún más a los que no, y al ambiente. Los suelos y el aire también se ven afectados, porque “los fuegos artificiales son mucho más que pólvora”, explicó Mauricio Álvarez. “No te das cuenta hasta que te pasa, pero estar en el camino de la regulación departamental y sobre el proyecto de ley es un gran paso”, agregó.

La ley a la que se refirió el ambientalista es el proyecto sobre la prohibición de pirotecnia, presentado por la diputada de Cabildo Abierto Silvana Pérez Bonavita. Lo que plantea la ley es que se prohíba la importación, elaboración y comercialización de pirotecnia para uso comercial o domiciliario. Rige para los artefactos que superen los 110 decibeles y con el paso de los años, luego de aprobada, los niveles permitidos irían bajando. El texto obtuvo el miércoles 15 de diciembre media sanción en la Cámara de Diputados y pasará al Senado.

La conferencia finalizó con la presentación del spot de la campaña, que invita a reflexionar sobre el daño que causan los fuegos artificiales a los más vulnerables.