La semana pasada, el sacerdote adjunto de la catedral de Minas, de iniciales GEMG, fue imputado por varios delitos de abuso sexual, abuso sexual agravado y atentado violento al pudor, todos en reiteración real.
El imputado era “referente religioso de una familia” en la que abusaba de una niña de nueve años y una adolescente de 13. Los abusos ocurrían al menos desde 2014. El hermano mayor fue quien presentó una denuncia en la Fiscalía. Una de las niñas ingresó a un centro de salud por un intento de autoeliminación y allí contó la situación de abuso sostenido de la que era víctima. La otra víctima también relató los hechos en una pericia. El imputado fue periciado por el Instituto Técnico Forense.
Tania Vidal, fiscal a cargo del caso, pidió la prisión preventiva para el sacerdote. No obstante, la jueza Lucía Granucci rechazó la prisión preventiva e impuso como medida fijar domicilio, firmar una vez por semana en la comisaría y respetar la prohibición de comunicación y acercamiento con las víctimas mientras dure la investigación. El sacerdote fue trasladado por la iglesia católica a otra sede, en el departamento de Salto.
El número telefónico es 092423522. Es atendido de 10.00 a 17.00 por personal capacitado de la Unidad de Víctimas y Testigos, quienes brindan apoyo y contención a las víctimas y coordinan su atención con el equipo fiscal.
El caso generó fuertes repercusiones en Lavalleja. Debido al incremento de consultas recibidas en los últimos días referidas a casos de abuso sexual, la Fiscalía Departamental de Lavalleja, en conjunto con la Unidad de Víctimas y Testigos, abrió una línea telefónica para recibirlas.
“La Fiscalía General de la Nación reafirma su compromiso en la identificación y la sanción a los responsables de este tipo de delitos”, señalan en el comunicado.